lunes, 13 de julio de 2015

MIS 10 APRENDIZAJES EN EL TIEMPO QUE LLEVO DANDO CLASES


Desde hace algún tiempo me dedico a dar clases particulares. En los 3 últimos años, primero cuando vivía en la ciudad y luego cuando volví al pueblo, he dado de manera intermitente y luego ya de seguido, clases de Lengua e Inglés a alumnos de Primaria, ESO o Bachillerato.

Empecé como una novata total. Sí que es verdad que siempre he tenido bastante capacidad didáctica y me han felicitado por explicar las cosas de manera muy clara pero, aparte de a mis hermanas y a alguna amiga de vez en cuando, nunca hasta hace dos años había dado clases oficialmente.

En las prácticas del máster de Secundaria, hace dos años, me enfrenté por primera a vez a una clase, un 2º de ESO enterito para mí, para que en 20 días les explicara la unidad de Sintaxis. La verdad es que me defendí bastante bien y me gustó la experiencia, y mi tutora me puso un sobresaliente al final. Eso me animó un poco a dedicarme a ello.

Desde entonces, como digo, he ido dando clases particulares hasta llegar a ponerme más en serio.

Durante este tiempo he empezado a aprender algunas cosas, esas realmente valiosas, esas que no da la teoría (y menos el Máster de Profesorado por la UNED que es el que conozco y he sufrido) y aquí las comparto con vosotros.


1. Es básica la planificación inicial del proceso didáctico

Antes de nada, es básico conocer cuáles son las carencias y necesidades del alumno. En qué vamos a tener que intervenir, en qué áreas tenemos que conseguir mejoras, dónde tiene más dificultad y qué resultados espera. Vamos, conocer muy bien la situación inicial antes de ponerte a dar clases sin ton ni son. 

Después debemos trazar El Plan para dirigirnos hacia el objetivo perseguido. Siempre teniendo en cuenta desde dónde partimos y dónde tendremos que detenernos más para poder avanzar con seguridad. 

Así que va de lujo el primer día hacernos un guión de lo que queremos trabajar en cada sesión, un guión coherente y progresivo. Eso sí, este guión debe ser flexible para poder ajustarlo sobre la marcha según vayamos viendo, cada alumno es un mundo y nunca sabemos qué imprevistos surgirán en el camino, así que en función de esto iremos reajustando el plan inicial. Pero siempre sin perder de vista la meta y siempre avanzando de manera coherente y tratando de que queden bien asentados los conocimientos antes de dejarlos atrás.

Este guión nos servirá además para facilitarnos la preparación de clases. Cada día sabremos más o menos lo que toca preparar para el siguiente.


2. La importancia de la motivación

Los alumnos vienen a clase de repaso normalmente porque les ha quedado la asignatura o van muy justitos. Casi siempre la asignatura les aburre, les parece un rollazo. No entienden para qué les puede servir en la vida o ni siquiera se lo han planteado, que suele ser lo más frecuente. La estudian porque es lo que toca y punto.

Por eso me gusta dedicar la primera sesión a hacerles reflexionar sobre lo que esa asignatura les aporta personal y profesionalmente. Programar un tiempo para que piensen por ellos mismos es totalmente necesario, porque a lo largo del día viven entre distracciones aquí y allá. Hay que obligar a la cabeza a pensar y hay que aislar un rato para ello. 

A mí me gusta hacer una lluvia de ideas en la pizarra, entre los dos (yo le ayudo) y que luego la pasen a un folio de forma creativa y artística. Me gusta que el primer día se vayan de mi clase con un puñado de respuestas y motivaciones tangibles, que se pueden colgar en la pared de su cuarto para recordar que no están estudiando esto y esforzándose para nada.



3. Variar las actividades

Una clase de una hora haciendo todo el rato el mismo tipo de ejercicios se hace realmente pesada. 

Me he dado cuenta de la importancia de introducir cambios de ritmo para que no se duerman. Esto se consigue variando la forma de explicar la teoría y variando el tipo de actividades prácticas propuestas.

Por ejemplo, pasar de una actividad de rellenar huecos a un juego interactivo en el ordenador, luego a una actividad de redactar y después ver un vídeo. El cerebro no mantiene la atención mucho tiempo haciendo algo monótono.

A bored teenage boy in class. Photograph by Alfred Eisenstaedt. Oklahoma City, Oklahoma, USA, December 1948.
Foto de Alfred Eisenstaedt. Oklahoma, USA, Diciembre 1948.


4. Asegurar conocimientos antes de avanzar

Yo no puedo explicar Sintaxis si mi alumno no sabe las clases de palabras y los verbos.  Sin ellos sabidos y bien sabidos, no podremos avanzar. Igual que no podemos correr sin saber andar. El alumno se hará un lío tremendo en su cabeza si empezamos a complicar un poco más las cosas porque no tendrá la base. Asentar la base es esencial.

Yo después de explicar algo básico e importante, le pongo al alumno un control. De este modo le "fuerzo" a ponerse en casa a repasar, porque el trabajo individual es básico para asentar conocimientos. Y si el control le sale mal, se lo repito. Las veces que haga falta hasta que saque un notable o sobresaliente. Entonces podremos seguir. 



5. Empezar de cero

Muy relacionado con el punto anterior, la mayoría de alumnos que se atascan en clase es porque se han perdido en algún punto cuando les explicaban la base. 

Muchas veces los padres o ellos mismos esperan aprobar el próximo examen que tienen en 2 semanas, así que a los profes particulares nos toca apagar fuegos, esto es, conseguir que salven el examen. Pero eso no significa que el alumno se haya puesto al día, puesto que sigue sin saber y entender la base. 

Por eso lo ideal es empezar de cero. No siempre se puede hacer porque se recurre a las clases particulares tarde y para salvar el curso, pero si tenemos la opción de trabajar con ellos durante un periodo largo de tiempo, empezar de cero es asegurarnos de que ese alumno va aclarando y reorganizando su cabeza, por lo que pronto conseguirá encajar las piezas y entender lo que venga después. Eso es enseñanza y aprendizaje de verdad.

Empezar de cero sin vergüenzas de que esa lección sea de 1º de Primaria para un adolescente de 1ºESO. Si no la sabe, tendrá que aprenderla, y sólo cuando lo haga notará progresos.


6. Interacción con los padres

Sobre todo en los casos de los niños más pequeños. Son los padres los que pagan, por tanto son ellos a quienes tenemos que demostrar resultados.

Tal vez tú estás desviviéndote porque tu alumno aprenda, pero él nunca hace los deberes que le propones o suspende los controles que le pones por no dedicar un ratito en casa. En un principio debes plantearte tu parte de responsabilidad en ello: quizá no lo estás motivando o alentando lo suficiente, quizá necesitas insistir más con él en el tema de la motivación. 

Pero los padres deben saber que te estás preocupando, que no estás pasando del tema. Por eso va bien:
  • Hacer que firmen los controles de su hijo, para asegurarte de que están informados de sus resultados
  • Tener su correo electrónico y enviarles a ellos también los deberes que le envías por mail al alumno.
  • Mandarles algún email (sin abusar) sobre el progreso de su hijo.
  • Lo ideal: poder hablar con ellos cara a cara de vez en cuando.

Yo esto lo hago, siempre sin abusar, con los alumnos más pequeños. Con los más mayores entiendo que tienen madurez suficiente como para valorar ellos mismos si están aprovechando sus clases y hablar con ellos directamente si veo algún problema.



7. Ofrece un plus: dales material útil

Suelo preparar yo misma hojas de teoría para mis alumnos. Me gusta que sean breves y muy claritas, nada de rollazos teóricos, con esquemas y muy visuales. Tipo "ficha" para reconocer la teoría necesaria de un vistazo y poder tenerla a mano mientras hacen los ejercicios. 

Se la suelo mandar por email, para que se la puedan guardar en su ordenador e imprimir. Otras veces se la doy impresa. Me gusta que estas fotocopias sean muy útiles para ellos y quieran guardarlas para usar cuando necesiten, y es un plus que no me cuesta nada añadir (una vez que he preparado una fotocopia, ya la tengo para siempre).

De esta manera ellos también se llevan algo más que conservarán después de tus clases.


New Trier High School, Illinois, United States, 1950, photograph by Alfred Eisenstaedt.
Foto de Alfred Eisenstaedt. New Trier High School, Illinois, United States, 1950.



8. Usa los medios digitales

Prácticamente todos mis alumnos son nativos digitales o casi. Su cerebro está hecho a leer e integrar información de las pantallas. Hay ejercicios y juegos muy buenos para hacer online y que realmente propician el aprendizaje.

Además con muchos de ellos me comunico por Whatsapp. Para ver cuándo quedamos, para que me pregunten dudas o me manden fotos de ejercicios que no saben si han hecho bien. Es un lujo la inmediatez y facilidad de comunicación por aquí, además hablar el mismo idioma que ellos les pone las cosas fáciles.

También les mando por email los deberes, que siempre intento que sean pocos. Ya tienen bastante con lo que tienen, ya haremos ejercicios en mi hora. Eso sí, si me piden de manera voluntaria para practicar, les facilito ejercicios y recursos siempre.


9. Habla en humano

Creo que me explico bien porque hablo normal. Como ellos. Porque no voy de catedrática universitaria pedante utilizando expresiones rebuscadas para demostrar mi erudición y alimentar mi ego, sino que busco que aprendan. Siempre me han dado rabia ese tipo de profesores petardos, porque los he tenido, y bastantes (ejem UNED ejem)

Si les puedo explicar algo con caramelos, peras o manzanas, lo hago. 

Creo que muchas veces la teoría no es complicada sino que nosotros, al explicarla, la complicamos.



10. Planteárselo como una segunda oportunidad

Que sepan que vas a empezar de cero si hace falta, les anima a prestar atención desde el principio para no perderse nada, a aprovechar la oportunidad de que les vuelvan a explicar algo que años atrás no apreciaron o no entendieron. Tienen ante ellos la oportunidad de empezar de nuevo, y eso siempre hace ilusión y motiva a tomárselo en serio.

**

Espero que os hayan servido estas ideas si os dedicáis a dar clases o cursos o formación de cualquier tipo. Y a los que no, espero que os hayan inspirado, o que hayáis visto reflejado a vuestro yo estudiante en alguno de los puntos. 

¿Os parecen ideas útiles para poner en práctica? ¿Me contáis alguna más?

1 comentario :

  1. Pues todos los consejos me parecen la mar de acertados. Yo soy profe de instituto desde hace bastantes años y a veces me sigo sintiendo como una novata tratando de darle la vuelta a alguna de las estrategias, cuando ha dejado de funcionar. Mantener la motivación me parece lo más difícil. Y la planificación, imprescindible.
    Debes de ser una profe chachi!

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